(UP) 12 Feb 2011, Jerusalén.
El corresponsal vuelve de un prolongado descanso ante el aluvión de notas de los corresponsales sobre la situación en la vecina Egipto. ¡Yo no puedo ser menos!
Veamos entonces de que se trata, a mi modesto entender, a diferencia de la gran mayoría de las opiniones de mis colegas sobre los acontecimientos en Egipto
Primero un poquitito de historia. Desde mediados de la edad media Egipto ha sido gobernada por militares. Desde los Mamelucos en el siglo XIII (si, los mamelucos eran un pueblo que rechazaron la ocupación de las fuerzas mongoles de Gengis Kan) y hasta hoy, casi siempre ha sido gobernada por militares. En los 200 años de independencia formal, la situación política en Egipto no ha cambiado demasiado. Las juntas militares solo se han ido intercambiando. Paralelamente, siempre Egipto ha tenido una activa intervención de las super-potencias de turno, Desde la Francia de Napoleón, la Inglaterra de Allenby entre las dos guerras mundiales, la Rusia comunista hasta mediado de los años setenta y la presencia americana desde entonces.
Los (muy) nostálgicos recuerdan aquella fantástica primavera de 1924 cuando bajo la monarquía de Fu'ad I, su ex-ministro de Educación y también de Justicia, Saad Zaghloul, ganó el 90% de las bancas en el parlamento y duró 10 meses como primer ministro. ¿Te acordas hermano?
En aquella época en Egipto, ¿un Primer Ministro civil, defensor de derechos humanos y casado con quien es considerada la primera feminista de Egipto?!
¿Por qué voy tan lejos, hasta hace más de 80 años? Veamos. Saad Zaghloul había sido previamente exilado por la ocupación inglesa pero ante la ola de manifestaciones de grupos juveniles nacionalistas, fue invitado a regresar a Egipto para reponer el orden (inglés) a las calles del Cairo. Los ingleses por supuesto continuaron controlando la situación en Egipto (y el canal de Suez...) detrás de las bambalinas. Y lo hicieron por otro par de décadas.
Desde entonces se han sucedido en el poder gobiernos militares autoritarios. En 1952 un golpe de estado forzó al sucesor del rey Fu'ad, su hijo Faruk I, a abdicar y así llegó al gobierno el coronel Gamal Abdel Nasser, sin necesidad de acciones violentas. Los militares golpistas hicieron sonar 21 cañonazos acompañando a Faruk I camino a destierro en Italia. Luego Nasser sirvió de modelo al golpe de otro general, Muammar al-Gaddafi de la vecina Libia que está aun en el poder desde 1969!
Tras la muerte de Nasser luego de 14 años de gobierno, asumió el poder otro general, Anwar el-Sadat quien gobernó de manera más que autoritaria durante 11 años hasta que fue asesinado en 1981. Durante estos 30 años otro general, Hosni Mubarak, ha gobernado Egipto, en el mismo precario sistema parlamentario.
¿Y cómo se relaciona esto con los últimos acontecimientos en Egipto? Con todo el respeto a la influencia que mis colegas atribuyen a Facebook y Twitter, no creo que se pueda entender sin saber nada de economía de Egipto.
Hasta la Segunda Guerra Mundial Egipto se integró a la economía occidental a través del desarrollo agrícola centralizado en manos de terratenientes cercanos a las potencias ocupantes de turno.
El fin de la monarquía en 1952 en términos económicos señala el desarrollo insipiente de la industrialización encabezado por la nueva clase dirigente egipcia. Bajo la fuerte influencia soviética, hacia finales de los años 60, el 90% de la economía estaba en manos del Estado, quien controlaba precios, salarios e inversiones. La reforma agraria de esa época limitó las tierras que podían poseer los terratenientes y distribuyó el resto. Los bienes confiscados de manos de empresas extranjeras fueron transferidos al Estado, es decir, a la nueva burguesía local cercana a los círculos militares gobernantes.
El traspaso del poder de Nasser a Anwar el-Sadat en términos económicos señala el inicio de la liberalización económica, acompañada de amplias privatizaciones y el desarrollo del turismo como área económica de privilegio. La globalización trajo consigo altas tasas de analfabetismo, corrupción, inseguridad interna, desocupación, pobreza, inflación, incremento de la deuda externa y el déficit comercial derivado de las importaciones mucho mayores que las exportaciones (el doble). Procesos muy conocidos en otras aéreas del mundo, ¿no? Yo diría que este panorama económico es como mínimo, no menos no influyente que Facebook y Twitter.
¿Y ahora de que se trata? Yo me temo que los últimos acontecimientos podrían ser algo al estilo de Saad Zaghloul. ¿En qué sentido? Pese al entusiasmo y los festejos de los medios y prácticamente todos los gobiernos del mundo, se ha prestado poca atención al hecho que tras la renuncia de Mubarak, ha asumido el poder… una Junta Militar. En su comunicado número 3 (sic) de hoy dicen: Se comunica a la población que, a partir de la fecha, el país se encuentra bajo el control operacional de la Junta de Comandantes Generales de las Fuerzas Armadas. Se recomienda a todos los habitantes el estricto acatamiento de las disposiciones y directivas que emanen de la autoridad militar, de seguridad o policial, así como extremar el cuidado en evitar acciones y actitudes individuales o de grupo que puedan exigir la intervención drástica del personal en operaciones. Firmado: General Mohamed Tantaui.
El texto suena conocido ¿no? En realidad, Tantaui (ministro de Defensa del gobierno de Mubarak) y el resto de los miembros de la Junta de Comandantes Generales de las Fuerzas Armadas, fueron parte esencial de la dictadura y se beneficiaron de ella.
No pretendo ser aguafiestas ante multitudes sinceramente felices, aliviadas y esperanzadas. Mi problema son mis colegas periodistas que tienden a describir acontecimientos como relatores deportivos, siempre llenos de emoción y superlativos pero desproporcionados, sin contexto y sin dar importancia a lo que vendrá luego. A veces mis colegas me recuerdan a aquellos chismosos críticos de espectáculos para quienes la configuración del elenco artístico es más importante que el guión de la obra, de la cual nadie habla.
Debemos reconocer que pese a los emotivos festejos populares, la situación de Egipto es aún incierta. Debemos reconocer además que como seres humanos nos cuesta permanecer en la incertidumbre y tendemos a sacar concluciones, aunque sea para escapar al desasosiego. Debemos reconocer también que pese a los cientos de corresponsales de los medios, incluyendo Facebook & Twitter, se sabe muy poco de lo que realmente acontece. Por ejemplo: ¿quien de Uds. escuchó acerca del golpe de estado del General Mohamed Tantaui en Egipto? o ¿quien gobierna hoy en Tunez?
Creo que hay que seguir los acontecimientos no solo en términos de quien gobernará sino cual será el modelo de gobierno que vendrá, si es que habrá cambio alguno.
Ante el paupérrimo panorama económico-social, el pueblo egipcio se merece ese cambio.
El corresponsal vuelve de un prolongado descanso ante el aluvión de notas de los corresponsales sobre la situación en la vecina Egipto. ¡Yo no puedo ser menos!
Veamos entonces de que se trata, a mi modesto entender, a diferencia de la gran mayoría de las opiniones de mis colegas sobre los acontecimientos en Egipto
Primero un poquitito de historia. Desde mediados de la edad media Egipto ha sido gobernada por militares. Desde los Mamelucos en el siglo XIII (si, los mamelucos eran un pueblo que rechazaron la ocupación de las fuerzas mongoles de Gengis Kan) y hasta hoy, casi siempre ha sido gobernada por militares. En los 200 años de independencia formal, la situación política en Egipto no ha cambiado demasiado. Las juntas militares solo se han ido intercambiando. Paralelamente, siempre Egipto ha tenido una activa intervención de las super-potencias de turno, Desde la Francia de Napoleón, la Inglaterra de Allenby entre las dos guerras mundiales, la Rusia comunista hasta mediado de los años setenta y la presencia americana desde entonces.
Los (muy) nostálgicos recuerdan aquella fantástica primavera de 1924 cuando bajo la monarquía de Fu'ad I, su ex-ministro de Educación y también de Justicia, Saad Zaghloul, ganó el 90% de las bancas en el parlamento y duró 10 meses como primer ministro. ¿Te acordas hermano?
En aquella época en Egipto, ¿un Primer Ministro civil, defensor de derechos humanos y casado con quien es considerada la primera feminista de Egipto?!
¿Por qué voy tan lejos, hasta hace más de 80 años? Veamos. Saad Zaghloul había sido previamente exilado por la ocupación inglesa pero ante la ola de manifestaciones de grupos juveniles nacionalistas, fue invitado a regresar a Egipto para reponer el orden (inglés) a las calles del Cairo. Los ingleses por supuesto continuaron controlando la situación en Egipto (y el canal de Suez...) detrás de las bambalinas. Y lo hicieron por otro par de décadas.
Desde entonces se han sucedido en el poder gobiernos militares autoritarios. En 1952 un golpe de estado forzó al sucesor del rey Fu'ad, su hijo Faruk I, a abdicar y así llegó al gobierno el coronel Gamal Abdel Nasser, sin necesidad de acciones violentas. Los militares golpistas hicieron sonar 21 cañonazos acompañando a Faruk I camino a destierro en Italia. Luego Nasser sirvió de modelo al golpe de otro general, Muammar al-Gaddafi de la vecina Libia que está aun en el poder desde 1969!
Tras la muerte de Nasser luego de 14 años de gobierno, asumió el poder otro general, Anwar el-Sadat quien gobernó de manera más que autoritaria durante 11 años hasta que fue asesinado en 1981. Durante estos 30 años otro general, Hosni Mubarak, ha gobernado Egipto, en el mismo precario sistema parlamentario.
¿Y cómo se relaciona esto con los últimos acontecimientos en Egipto? Con todo el respeto a la influencia que mis colegas atribuyen a Facebook y Twitter, no creo que se pueda entender sin saber nada de economía de Egipto.
Hasta la Segunda Guerra Mundial Egipto se integró a la economía occidental a través del desarrollo agrícola centralizado en manos de terratenientes cercanos a las potencias ocupantes de turno.
El fin de la monarquía en 1952 en términos económicos señala el desarrollo insipiente de la industrialización encabezado por la nueva clase dirigente egipcia. Bajo la fuerte influencia soviética, hacia finales de los años 60, el 90% de la economía estaba en manos del Estado, quien controlaba precios, salarios e inversiones. La reforma agraria de esa época limitó las tierras que podían poseer los terratenientes y distribuyó el resto. Los bienes confiscados de manos de empresas extranjeras fueron transferidos al Estado, es decir, a la nueva burguesía local cercana a los círculos militares gobernantes.
El traspaso del poder de Nasser a Anwar el-Sadat en términos económicos señala el inicio de la liberalización económica, acompañada de amplias privatizaciones y el desarrollo del turismo como área económica de privilegio. La globalización trajo consigo altas tasas de analfabetismo, corrupción, inseguridad interna, desocupación, pobreza, inflación, incremento de la deuda externa y el déficit comercial derivado de las importaciones mucho mayores que las exportaciones (el doble). Procesos muy conocidos en otras aéreas del mundo, ¿no? Yo diría que este panorama económico es como mínimo, no menos no influyente que Facebook y Twitter.
¿Y ahora de que se trata? Yo me temo que los últimos acontecimientos podrían ser algo al estilo de Saad Zaghloul. ¿En qué sentido? Pese al entusiasmo y los festejos de los medios y prácticamente todos los gobiernos del mundo, se ha prestado poca atención al hecho que tras la renuncia de Mubarak, ha asumido el poder… una Junta Militar. En su comunicado número 3 (sic) de hoy dicen: Se comunica a la población que, a partir de la fecha, el país se encuentra bajo el control operacional de la Junta de Comandantes Generales de las Fuerzas Armadas. Se recomienda a todos los habitantes el estricto acatamiento de las disposiciones y directivas que emanen de la autoridad militar, de seguridad o policial, así como extremar el cuidado en evitar acciones y actitudes individuales o de grupo que puedan exigir la intervención drástica del personal en operaciones. Firmado: General Mohamed Tantaui.
El texto suena conocido ¿no? En realidad, Tantaui (ministro de Defensa del gobierno de Mubarak) y el resto de los miembros de la Junta de Comandantes Generales de las Fuerzas Armadas, fueron parte esencial de la dictadura y se beneficiaron de ella.
No pretendo ser aguafiestas ante multitudes sinceramente felices, aliviadas y esperanzadas. Mi problema son mis colegas periodistas que tienden a describir acontecimientos como relatores deportivos, siempre llenos de emoción y superlativos pero desproporcionados, sin contexto y sin dar importancia a lo que vendrá luego. A veces mis colegas me recuerdan a aquellos chismosos críticos de espectáculos para quienes la configuración del elenco artístico es más importante que el guión de la obra, de la cual nadie habla.
Debemos reconocer que pese a los emotivos festejos populares, la situación de Egipto es aún incierta. Debemos reconocer además que como seres humanos nos cuesta permanecer en la incertidumbre y tendemos a sacar concluciones, aunque sea para escapar al desasosiego. Debemos reconocer también que pese a los cientos de corresponsales de los medios, incluyendo Facebook & Twitter, se sabe muy poco de lo que realmente acontece. Por ejemplo: ¿quien de Uds. escuchó acerca del golpe de estado del General Mohamed Tantaui en Egipto? o ¿quien gobierna hoy en Tunez?
Creo que hay que seguir los acontecimientos no solo en términos de quien gobernará sino cual será el modelo de gobierno que vendrá, si es que habrá cambio alguno.
Ante el paupérrimo panorama económico-social, el pueblo egipcio se merece ese cambio.
