miércoles, 1 de agosto de 2007

Informe número 40 - YMCA, isla de tolerancia

La historia de YMCA en Jerusalén

Treinta años después que Sir George Williams fundó en Londres el primer YMCA (Young Men's Christian Asociation - Asociación Cristiana de Jovenes), fundó también el YMCA de Jerusalén en el año 1878. Durante los primeros años, las actividades culturales se llevaron a cabo en una librería en la calle Yaffo. Luego la asociación deambuló de lugar en lugar hasta que en 1909, se instaló en un edificio frente de la Puerta de Damasco.

Al estallar la Primera Guerra Mundial, las autoridades otomanas-turcas prohibieron las actividades el YMCA declarándola organización sospechosa. Tras la ocupación de las fuerzas Británicas en Palestina en 1917, YMCA reabridó sus puertas ofreciendo actividades a las fuerzas aliadas y los habitantes de la ciudad.

En la década de los años 20, la organización prosperó y logró recaudar donaciones del Comité Internacional del YMCA norteamericano, el Consejo Nacional Británico y un grupo de judíos en Manchester (Inglaterra), para la construcción de su actual sede.

EL terreno para la sede del YMCA ubicado en la zona oeste de la ciudad fue comprado al Patriarcado Ortodoxo-Griego y las obras se prolongaron desde 1928 hasta 1933. El mariscal de Campo, Edmund Lord Allenby, quien lideró tropas británicas que conquistaron la zona, inauguró la nueva sede. Al principio, tanto judíos como los musulmanes, e incluso algunos cristianos reaccionaron con reservas hacia el YMCA, sospechándo de posibles intenciones misioneras.

En definitiva, la apertura del complejo de YMCA fue un importante acontecimiento para la ciudad y estimuló su vida social, cultural, intelectual y deportiva. La piscina de YMCA fue hasta los años 60, la única en la ciudad. Hasta 1991, el estadio de fútbol de YMCA fue el único en Jerusalén.

La Segunda Guerra Mundial trajo numerosas tropas aliadas a Jerusalén, y las instalaciones fueron utilizadas por éstas. Paralelamente, continuó como de costumbre el programa de YMCA para la comunidad de Jerusalén: conciertos semanales en el auditorio, conciertos al aire libre, conferencias, restaurante-bar y actividades deportivas.

En 1946, el edificio fue sede de la Comisión de Investigación Anglo-Americana y luego, en 1947, del Comité Especial de Naciones Unidas sobre Palestina. En vísperas de la retirada británica de Palestina se exacerbaron las hostilidades en Jerusalén y el rol del edificio del YMCA como isla de tolerancia se hizo aún más notorio.

En 1948, la Cruz Roja internacional declaró la zona del YMCA, el Hotel King David y el Colegio de Tierra Santa que están en su proximidad, como zona de refugio para quienes no tomaban parte en el conflicto (armenios, austriacos, etc.). Un grupo de enfermeras llegó de Suiza y las banderas de la Cruz Roja fueron izadas en el edificio.

Al estallar la guerra árabe-israelí en 1948, la ciudad fue dividida. YMCA continuó sus actividades en la parte occidental, brindando servicios principalmente a la población judía y a una minoría de cristianos y de musulmanes, y una nueva sede fue construída en la parte este de la ciudad, para la población musulmana y cristiana en esa zona de la ciudad.

Ese mismo año, YMCA fue sede de la Comisión de Mediación de las Naciones Unidas dirigida por Folke Bernadotte, quién meses después fue asesinado en Jerusalén junto a sus ayudantes.

El edificio pasó entonces al control del consulado de USA, y se instaló allí su centro de comunicaciones militares. Los vice-cónsules turcos y españoles en Jerusalén también residieron en el YMCA en ese entonces.

El edificio fue recuperado por el YMCA en 1949 para volver a servir de centro de actividad comunitaria. Durante la Guerra de los Seis Días en 1967, la ONU estableció provisoriamente sus oficinas de Jerusalén en el YMCA.

El diseño arquitectónico de YMCA
YMCA diseñado en 1925 por Arthur Loomis Harmon, uno de socios del estudio Shreve, Lamb & Harmon que en 1931 diseñó el Empire State Building de New York. Pese a las notorias diferencias entre estas dos obras, también el campanario del YMCA con sus 46 metros de altura fue en su época la mayor estructura de la ciudad y todo un símbolo arquitectónico.

Maximalizar el diálogo entre las tres religiones monoteístas es el objetivo del edificio del YMCA. Por eso está cargado de simbolismos y contiene elementos arquitectónicos de la tradicion Judia, Cristiana y Musulmana.

En líneas generales el edificio tiene un estilo Bizantino que caracteríza la temprana construcción Cristiana. La amplitud, los arcos redondeados que sirven de apoyo a techos abóvedados, la abundancia de decoración, son elementos típicos de ese estilo. Sin embargo, el cielorraso de secciones, tales como el salón principal y el área de la recepción, no es característico de la época Bizantina sino más bien de un Romanesco posterior y del período Gótico. Mucha de la decoración interior - arabescos pintados y piedra local tallada - es típica de la arquitectura islámica.

El concepto de la trinidad del espíritu, la mente y el cuerpo es el lema de la esta organización internacional. Estos motivos se ven reflejados en la disposición tripartita del edificio en forma de "U". El ala norte tiene un auditorio para actividades religiosas y culturales. El ala sur, para complementar, tiene un gimnasio y la piscina. Al centro la torre del campanario y la sección que cuenta con oficinas, una biblioteca, una sala de conferencias y el hotel.

Otros elementos de su arquitectura se relacionan a la numerología religiosa. Por ejemplo, las 40 columnas de las arcadas en el patio de entrada representan los 40 años de los hebreos en el desierto y los 40 días de la tentación de Jesús. Las 12 ventanas del interior de la bóveda del auditorio representan las 12 tribus de Israel, los 12 discípulos de Jesús y los 12 seguidores de Muhammad. En la torre del campanario, las 4 esquinas contienen los símbolos de los 4 Evangelistas.

La abundante escultura de piedra tallada es también significativa, particularmente los capiteles de la columnas que representan escenas bíblicas, la flora y la fauna de Tierra Santa, su gente y sus ocupaciones tradicionales, tales como pastoreo. El gran busto femenino con un jarro, próximo a la entrada principal, representa la Mujer Samaritana; el cordero enfrente simbolíza a Jesús. Tal simbolismo religioso era frecuente en los siglos XIX y principios del XX en la arquitectura de Jerusalén. También edificios seculares de occidente de los años '20 y '30 llevaban tallados y inscripciones que recordaban al transeúnte sus obligaciones morales y espirituales.

El perfeccionismo de diseñador del edificio, Arthur Loomis Harmon, llegó al punto que sus escultores fueron enviados a Baalbek en El Líbano a estudiar tallado Bizantino. Luego construyeron modelos y sus fotos fueron enviadas al diseñador en New York para su aprobación. El arquitecto del proyecto, Arthur Quinton Adamson, y el contratista, Baruch Katinke que debía construir las bóvedas del techo sobre el auditorio y la psicina, también fueron enviados a Estambul para estudiar arquitectura Bizantina.

Los paneles de madera pintados del siglo XVII sobre la entrada principal se conocen como techo Damasquino, fina pieza de trabajo geométrico arabesco. Fueron comprados y luego desmontados para el envío desde Damasco por el arquitecto del proyecto, Adamson, quien viajó con ese fín.

Si bien los aspectos orientales-Bizantinos de la obra son claros, el edificio desprovisto de sus bóvedas y la ornamentación, tendría la forma y la estructura de un edificio público típico de principios del siglo XX. En los amplios salones las vigas del techo concreto reforzado se dejan ver, pese a estar pintadas con los patrones decorativos de influencia Islámica. Los largos pasillos interiores evocan los edificios públicos de New York, asimísmo las escaleras internas con barandas de cobre amarillo pulidas y la madera oscura de los muebles de la biblioteca.

La fusión de estilos arquitectónicos orientales y occidentales era frecuente en muchos edificios en Jerusalén en ese entonces. La arquitectura de Medio Oriente influenció notablemente a los arquitectos ocidentales y estos en realidad nunca lograron transmitir por completo sus propias raíces culturales y métodos de trabajo. La mezcla que resulta justamente es apropiada para un edificio como YMCA que representa el diálogo entre culturas.

YMCA de Jerusalén en la actualidad

A mediados de los años cuarenta, YMCA contaba con 1500 socios, la mitad de ellos cristianos, un cuarto musulmánes y un cuarto judíos. En la última década tiene casi 3000 socios, de los cuales dos tercios son judíos, y el resto musulmánes y cristianos en partes iguales. Actualmente el edificio aloja un hotel de cuatro estrellas con su bar-restaurante, piscina, gimnasio, biblioteca, centro de conferencias, un auditorio para 600 personas y un centro de variadas actividades culturales, educativas y deportivas (cursos de hebreo y árabe, talleres del arte, club de jubilados, jardin de infantes y diversos programas de deportes). Ademas, el Club Rotary tiene su sede aquí desde 1935.

YMCA uno de los pocos lugares en donde se desarrollan actividades conjuntas para niños judíos, cristianos y musulmánes. Aún en epocas de grave tensión entre israelíes y palestinos, este edificio sirvió como lugar de encuentro y diálogo. Por sus esfuerzos en promover la paz y la dignidad humana, el YMCA de Jerusalén fue nominada para el Premio Nobel de la Paz en 1993.

La visita a la torre del campanario del YMCA es un punto obligatorio en el itinerario de todo visitante a Jerusalén. Al estar ubicada en el centro geográfico de la ciudad, desde este lugar se puede observar el paisaje 360 grados alrededor.

1 comentario:

Anónimo dijo...

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