Un barrio de Alemanes en Jerusalén?
La Colonia Alemana de Jerusalén fue establecida por la Templergesellschaft, una secta cristiana luterana disidente fundada en Alemania en 1858 por Christoff Hoffman. Los miembros de esa secta, conocidos como Templers, redactaron en su momento su propia litúrgica, anularon el cargo de sacerdote, dándoles el rol de guía espiritual a los líderes de la secta. Esta secta veía a Jesucristo como un ejemplo a seguir y no como Hijo de Dios. Lo que unía a sus miembros era la voluntad de trabajar cotidianamente para el Reino del Dios sobre la tierra.
Huyendo de las persecuciones religiosas, los Templers alemanos llegaron a Palestina a fines del siglo XIX, con el propósito de poner en práctica sus creencias, según las cuales el asentamiento de colonias en Tierra Santa traería el cumplimiento de las profecías bíblicas. Los miembros de esta secta fundaron también colonias en Haifa, Yafo y la Galilea. Jerusalén estaba destinada a servir de Centro Mundial de esta secta.
En 1873, el Templer Mateos Frank compró de árabes de Beit Tzafafa un gran terreno a un km. al suroeste de lo que era entonces Jerusalén, en el bíblico Valle de Refaim. Allí erigieron una colonia reproduciendo el estilo de los pueblos del sudoeste de Alemania, de casitas de uno o dos pisos, con postigos de madera de color verde, techumbres de tejas rojas y huertos tapiados, con el agregado de algún elemento oriental. Pero a diferencia de la original construcción alemana de ladrillos y maderas, aquí utilizaron materiales locales, en especial la piedra. Los residentes de la Colonia Alemana eran artesanos, carpinteros, herreros, albañiles, arquitectos y agricultores.
El barrio tiene dos calles principales: Emek Refaim y la Ruta a Belén, conectadas entre sí por varias callejuelas. La primera casa, en Emek Refaim 6, fue construida en 1873 por el molinero Matthäus Frank (1846-1923). Junto a la casa había un molino a vapor, una viña, dos cisternas e incluso una piscina, de la que gozaban los niños del vecindario. Un año más tarde, Friedrich Eberle construyó su casa en Emek Refaim 10. Sobre el portal puso la inscripción: "Der Herr liebe die Thore Zions über alle Wohnungen Jakobs" (Ama Dios las puertas de Sión más que todas las moradas de Jacob, Salmos LXXXVII: 2).
El fundador de la secta de los Templers, Christoff Hoffman, está enterrado en el pequeño cementerio que fuera inaugurado en 1878. Ubicado en Emek Refaim 39, contiene las tumbas de 250 antiguos colonos alemanes y algunas, más recientes, de otros no judíos.
En Emek Refaim 7 había un restaurante y en Emek Refaim 9 vivía el arquitecto Theodor Sander, quién diseñara importantes obras en Jerusalén. Entre ellas el Leprosario de Talbie, la Iglesia de la Dormición en el Monte Sión, el Hospital Shaarei Tzedek en la calle Yafo. Hoy su casa conserva el león, símbolo de su familia.
En 1883 se abrió en Emek Refaim 1 el Gemeindehaus (Centro Comunitario), que servía de Casa de Oración y lugar de reunión. A partir de 1948 este edificio pasó a manos de la Iglesia Armenia, pero desde 1967 casi no está en uso, porque desde la reunificación de Jerusalén, los armenios renovaron sus actividades religiosas en la Catedral Armenia situada dentro de la Ciudad Vieja.
En 1894, unas monjas alemanas, las Hermanas Borromeas, construyeron un convento en la Ruta a Belén, y más tarde le agregaron un hospicio, una escuela y un hogar de ancianos.
En la época de la visita del Kaiser alemán Guillermo II a Jerusalén en 1898, en la Colonia Alemana vivían 400 Templers que lo recibieron en el barrio con verdadera emoción. Hacia principios de la Primera Guerra Mundial en 1914 los Templers habían alcanzado los 600.
Tras el ascenso del nazismo en Alemania funcionó una sede del partido en plena Jerusalén, ubicada sobre Yaffo (la avenida principal), enfrente de la actual Municipalidad. Por increíble que parezca esto fue posible, bajo el Mandato Británico, durante la época de pre-guerra.
Durante la Segunda Guerra Mundial muchos de los Templers simpatizaron con los nazis y hasta se enrolaron al ejército alemán, y por lo tanto fueron perseguidos por las autoridades del Mandato Británico, algunos repatriados a Alemania, otros canjeados por prisioneros de guerra y el resto deportados a Australia. Se estima que a cambio de unos 550 judios que se salvaron del Holocausto, fueron repatriados a Alemania casi 1.000 templers. Así llegó su fin la presencia de los Templers alemanes en Jerusalén.
En 1948, el gobierno israelí instaló inmigrantes judíos en las abandonadas casas de la Colonia Alemana. En 1955 el gobierno de Israel finalmente indemnizó a quienes fueron deportados a Australia. A 150 años de su fundación, en ningún momento esta secta contó con mas de 3000 feligreses. Actualmente cuenta sólo con 1000 feligreses en todo el mundo, la mayoría de ellos vive en Australia y Alemania.
En los últimos años este barrio, ya desvinculada totalmente de sus fundadores alemanes, ha conocido un gran desarrollo. En el centro del barrio funciona un cine independiente especializado en películas clásicas, fundado en 1928 por el Templer Bäuerle y llamado Orient en su fundacion, luego Regent en los años 50' y actualmente Smadar.
Elegantes tiendas de toda clases, boutiques, restaurantes y cafés atraen a jerosolimitanos y turistas. Los únicos vestigios de su ambiente otrora pastoral subsisten en los lienzos del pintor alemán Gustav Bauernfeind, que residió en la Colonia Alemana en sus comienzos y murió en Jerusalén en 1904.
La Colonia Alemana de Jerusalén fue establecida por la Templergesellschaft, una secta cristiana luterana disidente fundada en Alemania en 1858 por Christoff Hoffman. Los miembros de esa secta, conocidos como Templers, redactaron en su momento su propia litúrgica, anularon el cargo de sacerdote, dándoles el rol de guía espiritual a los líderes de la secta. Esta secta veía a Jesucristo como un ejemplo a seguir y no como Hijo de Dios. Lo que unía a sus miembros era la voluntad de trabajar cotidianamente para el Reino del Dios sobre la tierra.
Huyendo de las persecuciones religiosas, los Templers alemanos llegaron a Palestina a fines del siglo XIX, con el propósito de poner en práctica sus creencias, según las cuales el asentamiento de colonias en Tierra Santa traería el cumplimiento de las profecías bíblicas. Los miembros de esta secta fundaron también colonias en Haifa, Yafo y la Galilea. Jerusalén estaba destinada a servir de Centro Mundial de esta secta.
En 1873, el Templer Mateos Frank compró de árabes de Beit Tzafafa un gran terreno a un km. al suroeste de lo que era entonces Jerusalén, en el bíblico Valle de Refaim. Allí erigieron una colonia reproduciendo el estilo de los pueblos del sudoeste de Alemania, de casitas de uno o dos pisos, con postigos de madera de color verde, techumbres de tejas rojas y huertos tapiados, con el agregado de algún elemento oriental. Pero a diferencia de la original construcción alemana de ladrillos y maderas, aquí utilizaron materiales locales, en especial la piedra. Los residentes de la Colonia Alemana eran artesanos, carpinteros, herreros, albañiles, arquitectos y agricultores.
El barrio tiene dos calles principales: Emek Refaim y la Ruta a Belén, conectadas entre sí por varias callejuelas. La primera casa, en Emek Refaim 6, fue construida en 1873 por el molinero Matthäus Frank (1846-1923). Junto a la casa había un molino a vapor, una viña, dos cisternas e incluso una piscina, de la que gozaban los niños del vecindario. Un año más tarde, Friedrich Eberle construyó su casa en Emek Refaim 10. Sobre el portal puso la inscripción: "Der Herr liebe die Thore Zions über alle Wohnungen Jakobs" (Ama Dios las puertas de Sión más que todas las moradas de Jacob, Salmos LXXXVII: 2).
El fundador de la secta de los Templers, Christoff Hoffman, está enterrado en el pequeño cementerio que fuera inaugurado en 1878. Ubicado en Emek Refaim 39, contiene las tumbas de 250 antiguos colonos alemanes y algunas, más recientes, de otros no judíos.
En Emek Refaim 7 había un restaurante y en Emek Refaim 9 vivía el arquitecto Theodor Sander, quién diseñara importantes obras en Jerusalén. Entre ellas el Leprosario de Talbie, la Iglesia de la Dormición en el Monte Sión, el Hospital Shaarei Tzedek en la calle Yafo. Hoy su casa conserva el león, símbolo de su familia.
En 1883 se abrió en Emek Refaim 1 el Gemeindehaus (Centro Comunitario), que servía de Casa de Oración y lugar de reunión. A partir de 1948 este edificio pasó a manos de la Iglesia Armenia, pero desde 1967 casi no está en uso, porque desde la reunificación de Jerusalén, los armenios renovaron sus actividades religiosas en la Catedral Armenia situada dentro de la Ciudad Vieja.
En 1894, unas monjas alemanas, las Hermanas Borromeas, construyeron un convento en la Ruta a Belén, y más tarde le agregaron un hospicio, una escuela y un hogar de ancianos.
En la época de la visita del Kaiser alemán Guillermo II a Jerusalén en 1898, en la Colonia Alemana vivían 400 Templers que lo recibieron en el barrio con verdadera emoción. Hacia principios de la Primera Guerra Mundial en 1914 los Templers habían alcanzado los 600.
Tras el ascenso del nazismo en Alemania funcionó una sede del partido en plena Jerusalén, ubicada sobre Yaffo (la avenida principal), enfrente de la actual Municipalidad. Por increíble que parezca esto fue posible, bajo el Mandato Británico, durante la época de pre-guerra.
Durante la Segunda Guerra Mundial muchos de los Templers simpatizaron con los nazis y hasta se enrolaron al ejército alemán, y por lo tanto fueron perseguidos por las autoridades del Mandato Británico, algunos repatriados a Alemania, otros canjeados por prisioneros de guerra y el resto deportados a Australia. Se estima que a cambio de unos 550 judios que se salvaron del Holocausto, fueron repatriados a Alemania casi 1.000 templers. Así llegó su fin la presencia de los Templers alemanes en Jerusalén.
En 1948, el gobierno israelí instaló inmigrantes judíos en las abandonadas casas de la Colonia Alemana. En 1955 el gobierno de Israel finalmente indemnizó a quienes fueron deportados a Australia. A 150 años de su fundación, en ningún momento esta secta contó con mas de 3000 feligreses. Actualmente cuenta sólo con 1000 feligreses en todo el mundo, la mayoría de ellos vive en Australia y Alemania.
En los últimos años este barrio, ya desvinculada totalmente de sus fundadores alemanes, ha conocido un gran desarrollo. En el centro del barrio funciona un cine independiente especializado en películas clásicas, fundado en 1928 por el Templer Bäuerle y llamado Orient en su fundacion, luego Regent en los años 50' y actualmente Smadar.
Elegantes tiendas de toda clases, boutiques, restaurantes y cafés atraen a jerosolimitanos y turistas. Los únicos vestigios de su ambiente otrora pastoral subsisten en los lienzos del pintor alemán Gustav Bauernfeind, que residió en la Colonia Alemana en sus comienzos y murió en Jerusalén en 1904.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario